Archivos para junio, 2012


 

Nuestra Agrupación sigue de enhorabuena, está vez ha sido en la vecina localidad de BIAR, donde se celebro el I CONCURSO DE FOTOGRAFIA SOLIDARIA: IMÁGENES NATURALES Y CULTURALES DE BIAR, y tres de nuestros socios consiguieron premio. El fallo del jurado fue el dia 27 de Junio con la siguiente deliberación,  el primer premio , valorado en 200 euros ha sido para VICENTE GUILL FUSTER, el segundo premio para BLAS CARRION GUARDIOLA, valorado en 100 euros, y el quinto premio para REYES CERDA MIRA  El viernes 29 de Junio en la Casa de Cultura de Biar a las 20 horas sera la entrega de premios e inaguración de la exposición con  las mejores fotografías presentadas al concurso.


La muestra, que se inaugurará esta tarde a las 20:00 horas, podrá visitarse hasta el próximo 31 de agosto

26-06-12.- La Sala de Exposiciones de la Diputación de Alicante acoge desde hoy la muestra de los trabajos seleccionados en la Convocatoria de Artes Plásticas y Fotografía 2012. La presidenta de la Diputación de Alicante Luisa Pastor inaugurará esta tarde a las 20:00 horas la exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 31 de agosto.

Pastor ha señalado que la Convocatoria de Artes Plásticas y Fotografía pretende consolidarse como uno de los grandes premios y concursos de Bellas Artes de la agenda cultural de nuestro país. Nuestra intención es garantizar, no sólo el alto nivel de participación, sino también la calidad de las obras seleccionadas por la institución provincial.

Un total de 31 obras -seis fotografías, tres esculturas y 22 pinturas, grabados o dibujos- componen esta muestra, en la que se pueden apreciar diferentes técnicas e intuiciones estéticas como el uso del óleo, el acrílico o la técnica mixta. Asimismo, la exposición se complementa con la edición de 1.000 catálogos que recogen los diferentes trabajos expuestos.

Las distintas fotografías, esculturas, grabados, dibujos y pinturas concurrentes tienen un origen dispar y provienen de todos los lugares del mundo. En ellas, se pueden observar diferentes técnicas, resoluciones y una gran calidad artística.

Profesionales del mundo del arte y la cultura han integrado el jurado de este certamen, presidido por el diputado de Cultura Juan Bautista Roselló. Asimismo, han formado parte también del jurado encargado de seleccionar las obras la directora del Departamento de Arte y Comunicación Visual Eusebio Sempere del Instituto Alicantino Juan Gil-Albert Juana Mª Balsalobre, el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana Felipe Garín, el decano de la Facultad de Bellas Artes de Altea José Vicente Martín Martínez, el artista Jesús Zuazo Garrido y los periodistas Pedro Nuño de la Rosa y Cristina Martínez.

La Diputación de Alicante impulsa desde hace cuatro años esta iniciativa, aglutinando en una única convocatoria el concurso de artes plásticas y el de fotografía con el objetivo de potenciar la promoción de las Bellas Artes. Durante este período han sido más de un millar las obras que han concurrido a esta iniciativa.

Por otra parte, la institución provincial ha destinado 20.000 euros para la adquisición de siete de las obras que conforman la exposición para que pasen a formar parte de la colección permanente de la Diputación.

Horarios de visita:

La muestra podrá visitarse en la Sala de Exposiciones del Palacio Provincial de lunes a sábado de 11:00 a 13:00 horas y de 17:30 a 20:00 horas.


KEVIN ARTER Y SU BUITRE

«Es la foto más importante de mi carrera, pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña», dijo el fotógrafo sudafricano, Kevin Carter, al recoger el premio Pullitzer en mayo de 1994. Dos meses después, agobiado por la presión de las críticas y deprimido por la muerte de su amigo Ken Oosterbroek, se fue a la orilla del río donde había jugado cuando era niño, antes de que supiera lo que era el apartheid ni hubiera cogido una cámara en sus manos. Allí enchufó una manguera al tubo de escape de su coche, lo introdujo por la ventanilla e inhaló, mientras escuchaba música, todo el monóxido de carbono que pudo hasta acabar con su vida.
La historia que rodea a la célebre foto de Carter –portada de «The New York Times» en 1993–, en la que puede verse a una niña sudanesa moribunda, acechada por un buitre, es la idea sobre la que gira la obra de teatro que se estrena hoy en el Centro Cultural Pérez de la Riva de Las Rozas de Madrid, titulada «La Culpa (Kevin Carter 1960-1994)».
«He llegado a un punto en el que el sufrimiento de la vida anula la alegría. Estoy perseguido por recuerdos vividos de muertos, de cadáveres, rabia y dolor. Y estoy perseguido por la pérdida de mi amigo Ken», dejó escrito Carter en una confusa nota sobre el asiento del copiloto.
Desde que «The New York Times» publicó su foto en marzo de 1993, millones de personas se lanzaron a un debate mundial sobre la actitud del fotoperiodista al captar aquella imagen que trataba de reflejar el hambre que azotaba a aquel rincón del planeta. Miles de veces tuvo que responder a la misma pregunta: «Y después, ¿ayudaste a la niña?».

Kevin Carter, con su cámara en Sudáfrica
Fue la gota que colmó el vaso en la turbulenta y emocionalmente desordenada vida de Carter, adicto al «White Pipe» –mezcla de marihuana, mandrax y barbitúricos–, que formaba parte de «esa clase de reporteros que no se amilanan ni cuando la muerte les mira de cerca o la sangre les salpica la lente», explicaba a El Mundo el fotógrafo Carlos Davila, quien meses después realizó fotografías parecidas en el sur de Sudán, sin que levantaran el más mínimo revuelo.

No hizo nada en absoluto por el niño porque, al parecer, ayudar al pequeño no habría tenido tanto impacto en las conciencias occidentales como capturar una instantánea
A Carter, en cambio, le brotaron millones de detractores y defensores por todo el mundo: «Mercenarios en busca de premios Pullitzer o dinero, como demostró Kevin Carter en 1993 al fotografiar a un niño moribundo en Sudán mientras un buitre esperaba su final, sin que hiciese nada en absoluto porque, al parecer, ayudar al pequeño no habría tenido tanto impacto en las conciencias occidentales como capturar una instantánea».
«Dudo mucho que Carter hiciera eso –asegura Álvaro Ybarra Zavala, –. El pertenecía a un grupo llamado “bang-bang”, formado por cuatro reporteros, uno de los cueles fue asesinado cuando estaba tomando unas fotos parecidas».

La verdadera historia del premio Pulitzer que ganó Kevin Carter. Gracias a un comentario de un lector de este blog (gracias Deiv), me he enterado de la verdadera historia que está detrás de esta foto, ya que la niña que vemos estaba defecando y no agonizando. Ya que esa era una zona apartada de la aldea donde iban a hacer sus deposiciones los nativos de la aldea.

Esta es la verdadera historia:

La foto de Kevin Carter debería haber sembrado de silencio el mundo. Pasó todo lo contrario. Desató una tromba de chismorreos y palabrería que tras casi 15 años abrasa todavía foros de Internet e invade seminarios. Gañanes de la opinión, evangelizadores laicos, moralistas progres, bienpensantes reaccionarios, profetillas pichaflojas y hasta algún periodista de relumbrón reverdecen la teoría de que Carter se quitó la vida por el remordimiento de no haber salvado a la indefensa criatura de esa bestia.

Sí, 16 meses después de aquella foto, la noche del 27 de julio de 1994, su autor, el sudafricano Kevin Carter, que venía de recoger el Premio Pulitzer en la Columbia University, conectó una goma al tubo de escape de su coche, dejó una confusa nota y se suicidó. Tenía 33 años.

Desde que el New York Times publicó la foto (marzo de 1993), millones de personas sintieron un impacto en la barriga, un estremecimiento fugaz que muchos aún perciben como una especie de agresión a una parte íntima de su sensibilidad. Alguien iba a tener que pagar por ello. Hasta que, al fin, Carter, el agresor, pagó su culpa. Ya no tendría forma de defenderse. A partir de ahí, bastaba con repetirle al mundo la milonga hasta la náusea: «Claro, el dilema moral, la culpa, todo eso le condujo a la tumba, bla, bla…». Y siguen.

El fotógrafo Luis Davilla y yo estuvimos en ese lugar meses después que Carter, en julio. Luis retrató una escena parecida y los dos sabemos que no sucedió así. Quienes esparcen la patraña no saben de lo que hablan. O peor: mienten.

A mediados de marzo de 1993, Carter viajó con su colega Joao Silva, un mozambicano recriado en Sudáfrica, al sur de Sudán, un lugar acosado por las hambrunas y el terror de la guerra desde la llegada al poder de los radicales islámicos. Carter y Silva eran dos de los cuatro foteros conocidos en Johanesburgo como el Club del Bang-Bang, gente especializada en retratar la brutalidad durante el fin del apartheid en suburbios como Soweto o Thokoza. Pertenecían a esa clase de reporteros que no se amilanan ni cuando la muerte les mira de cerca o la sangre les salpica la lente. Así ayudaron a enterrar al régimen racista de Pretoria. Por entonces, Ken Oosterbroek, el líder del grupo, el más guapo y equilibrado, había sido dos veces Mejor Fotógrafo del Año. Y Greg Marinovich, el cuarto bang-bang, Pulitzer desde 1991 por una secuencia en la que un miembro del partido Inkhata era linchado, primero a cuchilladas y luego abrasado a fuego.

Cuando Carter y Silva llegaron a Ayod, entre infectos pantanales, a unos mil kilómetros del lugar civilizado más cercano, el poblado funcionaba como feed-center, un centro de alimentación de la ONU. Unas 15.000 personas exhaustas que huían de los combates, con grave desnutrición y enfermedades como la malaria, el kala azar (leishmaniasis) o el gusano de Guinea, se concentraban allí y aquello era un verdadero festival de ayuda humanitaria. Silva y Carter, cada uno por su lado, hicieron fotos toda la mañana de aquel espanto. Cuando se reencontraron, Carter le describió la escena y se sentó a llorar: esperó 20 minutos a que el buitre entrase en plano, hizo la foto, espantó al bicho (o no, qué más da) y se marchó.

OTRO PREDADOR

Durante el año siguiente, Carter se vio alanceado con dilemas y acusaciones obtusas, cuando no estúpidas, de quienes jamás han pisado un escenario semejante, incapaces de imaginarse una realidad tan atroz como la del sur de Sudán, pero que parecían hacerse cargo del vértigo terrible que expresaba su foto. Un insensato llegó a escribir: «El hombre que ha ajustado su lente para captar esa foto es otro predador, otro buitre en la escena». Y yo afirmo: difícil ser más imbécil.

Carter acudió a toda clase de foros para ofrecer su versión de lo sucedido, pero para entonces su vida era un completo desastre. Muchos años antes había intentado suicidarse, fumaba White Pipe, una mezcla de maria, mandrax y barbitúricos, tenía graves problemas familiares y una personalidad desordenada, perdía sus carretes de fotos en aviones y aeropuertos, arrastraba depresiones, llevaba una vida caótica y tenía acumuladas experiencias trágicas como para colapsar las consultas de varios psicoanalistas.

Por si fuera poco, el 18 de abril de 1994, Carter dejó a su amigo Oosterbroek y demás bang-bang de guardia en un suburbio de Johanesburgo y se marchó a conceder una entrevista a un colega, pues seis días antes le habían comunicado la concesión del Pulitzer por la foto de la niña y el buitre. En la radio del coche escuchó que Oosterbroek y Marinovich habían sido heridos en una refriega nada más irse él. Voló hacia el hospital, pero Oosterbroek había fallecido. Las preguntas estúpidas siguieron. Y los imbéciles, como carroñeros, haciendo de las suyas.

En fin, ¿qué otra cosa pudo haber hecho Carter por la niña? ¿Espantar al buitre? Al parecer, lo hizo, aunque los buitres (los hay a montones) habrían vuelto de todos modos. ¿Llevarla consigo? Bien, ¿adónde?, porque parece que nuestra conciencia acomplejada pretende imaginar que esa criatura yace en un páramo hacia ninguna parte. No es cierto. Esa criatura, reventada por el hambre y por las diarreas, que a los niños allí les desvencija el ano y les hace colgar una tripa larga pierna abajo, está a unos 20 metros de la puerta del poblado, junto a la empalizada de paja que rodea el feed-center y rodeada de gente que deambula a su alrededor. Nadie la ha llevado hasta allí. Simplemente, esa niña se ha sentado a defecar. Sí, maldita sea, es el estercolero de la tribu, donde todos los suyos, de generación en generación, acuden a realizar sus deposiciones. Son gente educada, al fin y al cabo, con sus normas cívicas, que no permiten que uno haga de vientre en cualquier lado. ¿Será preciso decirlo en plata? ¡Esa niña ha ido allí a cagar! Y el buitre, esa bestia cobarde que parece tan atenta, no hace sino esperar a que la niña le regale su magra ración de carroña cotidiana, como también sucede con la criatura que retrató Davilla en idéntica actitud en ese lugar demoníaco y escatológico.

No, Carter no se suicidó por un remordimiento de esa clase. Se limitó a recortar un trozo de paisaje para servírnoslo a domicilio. La expresividad fue su gran logro, pues la foto ejerce de metáfora certera de una realidad trágica y atroz de una guerra olvidada. No es ningún montaje: sucedió así y Carter sólo nos troceó y nos regaló el significante; el significado lo pusimos nosotros, espectadores occidentales, atormentados por nuestra sucia conciencia y acosados por los problemas de obesidad extensiva desde la tierna infancia. Carter no era otro predador ni el ejecutor de la niña, no, sino su único redentor. La redimió y esparció la culpa al mundo, para que volviésemos los ojos por un segundo hacia la tragedia de Sudán y ayudásemos a esas criaturas a llevar su cruz olvidada. Carter no logró salvarla, pero es que eso ya (a unos más que a otros, desde luego) nos correspondería a todos.

Tres meses después de la muerte de su amigo Oosterbroek, a finales de julio de 1994, Carter recogió su Pulitzer y el día 27, a la vuelta, anotó en un papel que dejó en el asiento del copiloto: «He llegado a un punto en que el sufrimiento de la vida anula la alegría… Estoy perseguido por recuerdos vívidos de muertos, de cadáveres, rabia y dolor. Y estoy perseguido por la pérdida de mi amigo Ken…». El dióxido de carbono de su vieja furgoneta puso el resto, pero no sabemos hasta cuándo los opinadores y moralistas seguirán haciéndole pagar a Carter que nos diese ese aldabonazo y ese susto en la conciencia. De todos modos, los niños y los buitres seguirán estando allí. Aunque Carter ya no esté para retratarlo.

 

 

 

La Decana de las Revistas AF

Publicado: junio 25, 2012 en Revistas

Revista dedicada a la divulgación de la fotografía. Fundada en 1952 es la revista decana de las publicaciones fotográficas españolas. Desde sus comienzos, apuesta por la defensa de los valores artísticos, el concepto de autoría y el reconocimiento de la obra fotográfica.

http://www.arte-fotografico.es/revistas-af-es-online/af-es-2/


Empezamos las fechas para hacer

las nocturnas, aqui teneis un documento

muy interesante e ilustrativo de Ivan Sanchez sobre

el tema, asi que animo y a la oscuridad

de la noche.

Fotografa_Nocturna_de_Larga_Exposicin.pdf

 

fuente http://www.agrupafotobenissa.org/inicio/index.php


EL DIA 30 DE JUNIO FINALIZA EL PLAZO DE ENTREGA DE FOTOGRAFÍAS DEL V CONCURSO DE FOTOGRAFÍA FERIA DE SAN ISIDRO 2012 , TODAVIA ESTAIS A TIEMPO DE ENVIAR VUESTRAS FOTOGRAFÍAS, Y SE ADELANTA EL FALLO DE DICHO CONCURSO AL VIERNES 06-JULIO DEL 2012 A LAS 20H EN LA CASA DE CULTURA.

SALUDOS

 


Cuando Alberto García-Alix (León, 1956) comenzó a hacer fotografía era «más ingenuo mirando a través de la cámara» que hoy, treinta años después, cuando acaba de recibir el Premio PhotoEspaña 2012 como reconocimiento al «valor artístico» de su obra, de «inigualable estilo».

El jurado de PhotoEspaña ha visto en García-Alix una obra caracterizada por la «autenticidad de su mirada y su experiencia vital», con un estilo único que se ha convertido en referente «dentro y fuera» de las fronteras españolas.

El fotógrafo, se ha sentido «halagado y conmovido» por este reconocimiento, que en anteriores ediciones ha recaído en «fotógrafos de un gran nivel» como Thomas Ruff, Graciela Iturbide, Malick Sidibé, Martin Parra o Robert Frank por su contribución al medio fotográfico internacional.

Además del premio a García-Alix, diseñado por Eduardo Arroyo, la Fundación Foto Colectania ha recibido el Premio Bartolomé Ros por su trayectoria «de constante apoyo» a la fotografía española y portuguesa, y en reconocimiento también a su programa de exposiciones y a su labor didáctica.

Este galardón, otorgado por el legado de Bartolomé Ros, reconoce la aportación de una personalidad española al desarrollo de la fotografía en cualquiera de sus campos, y en otras ediciones han resultado premiados Chema Madoz, Chema Conesa, Isabel Muñoz o Ricard Terré.

El Festival PhotoEspaña 2012, inaugurado el pasado 6 de junio, muestra la obra de 315 artistas procedentes de 45 países en distintas sedes repartidas por la Comunidad de Madrid en exposiciones que se prolongarán hasta el 22 de julio y entre las que se encuentran fotógrafos como Andy Warhol, Richard Avedon, Carlos Garaicoa, Paz Errázuriz, Santiago Sierra o Alberto García-Alix.

fuente http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/21/cultura/1340293885.html


La Agrupación Fotográfica Villena dentro de la IV Primavera Fotográfica ha inaugurado la 38 edición del Concurso Local de Fotografía con importantes novedades…10 locales de Villena expondrán 284 obras de 38 autores hasta el día 31 de julio, de esta forma se prentende llegar a más aficionados a la fotografía y compartir con mas personas el trabajo de los amantes de la fotografía. Otra novedad es el bono-foto-tapa, por el módico precio de 10 euors puedes adquirir en la Agrupación un bono con siete consumiciones para compartir con tus amigos y familiares mientras haces el circuito fotográfico. En cada uno de los 10 locales hay una fotografía premiada y una obra de cada autor, por lo que la exposición es de lo mas amena y variada. Desde la Tapería de la Plaza de Toros hasta el Colosseo en la Plaza de Santiago… pasear, tapear y disfrutar de las fotografías es la proposición de la Agrupación Fotográfica Villena para este Concurso Local. Puedes comprar la foto que te guste preguntando en los locales expositores, dejando tu teléfono de contacto. ACTA XXXVIII CONCURSO LOCAL DE FOTOGRAFÍA A las 12,45 horas del pasado 9 de junio de 2012, el jurado reunido para fallar el XXXVIII Concurso Local de Fotografía «Descubre tus Fotos» organizado por la AFVillena, compuesto por los reconocidos fotógrafos: D. Salvador Vidal Gea, D. Pascual Maestre Martínez y D. José Antonio López Rico, tras las deliberaciones oportunas y actuando como testigos, sin voz y sin voto, D. Manuel López Francés y D. Francisco Gisbert Tomás como secretario de la AFV, determinaron declarar como obras premiadas las de los siguientes participantes: D. Ángel Palmer Sánchez, D. Vicente J. Esquembre Beviá, Dª Kika Alba Campos, Dª Isabel Ripoll Lillo, D. José López Giménez, D. Vicente Guill Fuster, Dª Caridad Molina Villena, Dª Esther Domene Sanjuán, D. Pablo Domene García y D. Juan Ruiz Ortuño. Cabe destacar a los cuatro autores finalistas, a saber: Dª María José Tarruella Rodenas, Ana Belén Gisbert Aliaga, María Virtudes Navarro Esteban y Ana Clemor Serrano. Sin más, firman el acta los arribada citados. Enhorabuena a los galardonados.


Te ofrecemos una selección de libros de los ganadores y finalistas de los Premios PHotoEspaña al mejor libro de fotografía del año.

<!–Máquinas, el mejor libro de fotografías 2012 –>

Máquinas, de Marín, editado por Fundación Telefónica, es el mejor libro de fotografías 2012 en la categoría de Nacional, y Swarm, de Lukas Felzmann, publicado por Lars Müller Publishers, ha recibido el Premio al Mejor Libro de fotografía Internacional. Además, el Premio a la Editorial destacada del año ha sido otorgado a la alemana Kehrer.

El mejor libro de fotografía nacional

El libro Máquinas es una edición única de los trabajos del cronista gráfico Luís Ramón Marín correspondientes al periodo 1910-1934, que muestran el interés del autor por una de las innovaciones más revolucionarias del siglo, icono de la modernidad por excelencia, esto es, el medio de transporte mecánico, que cambiaría para siempre la concepción del espacio y del tiempo. El texto es de Francisco Serrano.

<!–Swarm, el mejor libro de fotografía internacional 2012 –>

El mejor libro de fotografía internacional

Dentro de la realidad de la nueva era de Facebook y Twitter, el comportamiento del colectivo se ha convertido en un fenómeno social, que al igual que interesa a los científicos y naturalistas que estudian los comportamientos de ciertas especies, también capta la atención de los políticos y economistas.

Swarm es una impresionante serie fotográfica que explora los movimientos de las aves migratorias. Las fotografías ofrecen una vista única de su belleza y de la complejidad y la diversidad de formas que adoptan. Una especie de ballet aéreo, cuyas formas a veces parecen a punto de estallar o florecer.

Lukas Felzmann, nacido en Zurich 1959, es un artista que vive y trabaja en San Francisco. Su trabajo se ha demostrado recientemente en Suiza, Alemania, Estados Unidos y Egipto. Es profesor de fotografía en la Universidad de Stanford.

Pequeña selección de libros de fotografías

Todos los libros de fotografía seleccionados merecen nuestro aplauso de reconomiento pero vamos a destacar los que nos han parecido más interesantes para los amantes de la fotografía:

1. El Fotolibro Latinoamericano

Fotolibro Lationamaricano

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Este libro de fotografía es de Horacio Fernández. Se trata de el diálogo nos permite descubrir aquello que nos hace similares, pero también lo que nos hace distintos. Es el reto supremo de nuestra capacidad de aceptar, donde la tensión y las contradicciones, los acuerdos y las diferencias, se resuelven en una doble mirada, en una búsqueda común”, comienza diciendo la escritora Sandra Lorenzano en su introducción a Photographic Correspondences (Correspondencias fotográficas), que presenta una descarga de imágenes intercambiadas por correo electrónico entre Marcelo Brodsky, afincado en Buenos Aires, y Pablo Ortiz Monasterio, en la Ciudad de México.

2. DESVELADOS- de Clemente Bernad y otros. Ed. ALKIBLA EDITORIAL

3. MAGNUM. HOJAS DE CONTACTO- de KRISTEN LUBBEN. Ed. BLUME

4. Martín Chambí. Perú

Perúreúne cerca de 90 imágenes de Martín Chambi y Juan Manuel Castro Prieto, creando un diálogo entre imágenes históricas y contemporáneas. En 1990, Juan Manuel Castro Prieto (Madrid, 1958) viajó por primera vez a Perú para cumplir un encargo del Círculo de Bellas Artes de Madrid: realizar las copias fotográficas de la que habría de ser la primera exposición retrospectiva de Martín Chambi en España. Pero este encargo excedía el ámbito profesional. Para Castro Prieto, el descubrimiento de la obra del maestro peruano había significado, «un punto de inflexión en su forma de ver la fotografía». Por otra parte, Perú siempre había sido para él un escenario mítico.

5. Europe : America- de Paul Graham Fundación Botín / La Fábrica Editorial

6. 1.000 caras / 0 caras / 1 rostro

Este librod e fotografías es Cindy Sherman, Thomas Ruff y Frank Montero. Ed. Fundación Telefónica / La Fábrica Editorial. El trabajo de Cindy Sherman, Thomas Ruff y Frank Montero Collado es el eje central del libro de la exposición del mismo nombre, patrocinada por la Fundación Telefónica, que expuso en la sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid dentro del marco de PHotoEspaña 2011. Complementan las fotografías de los dos genios contemporáneos y el «perfecto desconocido» Montero Collado, los textos de Douglas Crimp, Diana Cuéllar Ledesma y Jose Miguel G. Cortés

7. Peso y Levedad. Fotografía latinoamerciana entre el humanismo y la violencia- de Laura Terré y Rosina Cazalis. Ed. Instituto Cervantes / La Fábrica Editorial.

 

FUENTE http://www.mundo-geo.es/fotografia/los-mejores-libros-de-fotografias-2012

¿ES LEGAL HACER ESA FOTO?

Publicado: junio 17, 2012 en interesante

“Para los fotógrafos aficionados, a veces nos surgen dudas sobre si es legal hacer tal o cual foto. En este texto se teexplica con mucha claridad si puedes hacer fotos a aviones, aeropuertos, agentes de la autoridad, en centros comerciales, lugares públicos…

1.- ¿Pueden las fuerzas del orden hacernos borrar las imágenes de nuestra tarjeta de memoria o velar el carrete?

 

NO. Bajo ningún concepto. El único que puede ordenar la destrucción de la propiedad decomisada es un juez. Y para eso antes tiene que ser decomisada y por tanto constar en un informe y existir una denuncia.

La tarjeta de memoria es propiedad privada así como lo es un carrete. El contenido de la tarjeta de memoria y las fotos de un carrete, además de ser de propiedad privada, están sujetas a la ley de propiedad intelectual.

¿Que hacer si nos pasa? Recordadle al agente que el contenido de la tarjeta o del carrete es de propiedad privada. Ordenar la destrucción de propiedad privada es ilegal. Solo se pueden destruir los bienes decomisados y siempre por orden de un juez tras ser demostrado el delito penal y demostrada la peligrosidad o posible mal uso del bien decomisado. Esa función corresponde exclusivamente a un juez excepto en el caso de armas y explosivos. Eso quiere decir que el borrado de la tarjeta podría ser denunciable por el artículo 508 del código penal,

“La autoridad o funcionario público que se arrogare atribuciones judiciales o impidiera ejecutar una resolución dictada por la autoridad judicial competente, será castigado con las penas de prisión de seis meses a un año, multa de tres a ocho meses y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años.”

Acto seguido, dadle vuestros datos, pedidle que os denuncie y que en caso de ser oportuno os detenga, ya que la “resistencia a la autoridad” es lo único que puede alegar y así tampoco podrá (y si lo hace será detención ilegal… ya que no hay delito).

Eso sí… en caso de que no veáis otra salida más que el borrado, dadles la cámara y que ellos pulsen el botón de borrado, porque de lo contrario, podrían decir que lo borrásteis voluntariamente y así cometen el delito contra la propiedad intelectual. Y siempre con testigos, porque un agente de la autoridad tiene presunción de veracidad, es decir, si es su palabra contra la tuya, él gana.

2.- Si estoy fuera del aeropuerto y hago fotos al interior… ¿es legal?

Si es legal. Cualquier prohibición de realizar fotografías en un recinto no es aplicable fuera del recinto, apuntes a donde apuntes la cámara. Si estoy fuera del aeropuerto, puedo hacer fotos a cualquier cosa que se vea desde fuera. Como ejemplo, los guardias civiles que vigilan el congreso de los diputados. Os invito a cualquiera que sea de madrid a ir y preguntarles.

3.- ¿Es legal hacer fotos a un guardia civil u otra fuerza de seguridad o a alguno de sus vehículos?

Si. Eso no quita que por cortesía, se les debería informar (no pedir permiso, informar). En el caso que estén en acto de servicio en un lugar público, sí que es lícito fotografiarles puesto que son personas en lugar público ejerciendo un cargo público y se aplica la ley 1/1982 artículo 8a.

4.- ¿Puede venir alguien que no se identifique o se identifique como una fuerza de seguridad no española e impedirme hacer fotografías?

NO. Según la ley 2/1986 solamente Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dependientes del Gobierno de la nación, los Cuerpos de Policía dependientes de las Comunidades Autónomas y los Cuerpos de Policía dependientes de las Corporaciones Locales son fuerzas de seguridad y tienen potestad para hacer cumplir la ley.

Los miembros de los cuerpos de seguridad extranjeros en España no pueden aplicar ninguna ley española si no van acompañados de un agente de la autoridad de una de las fuerzas recogidas en la ley 2/1986, y además solo pueden realizar detenciones civiles según lo estipulado en el artículo 490 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es decir, son ciudadanos normales.

Si os intentan impedir lo que sea y estáis fuera del recinto del aeropuerto, llamad a la policía nacional, local o a los mossos, ya que es su jurisdicción.

5.- ¿Es legal hacer fotos dentro de un aeropuerto?

En contra de la creencia popular que es que no, el caso es que en un lugar público, es legal hacer fotografías puesto que ninguna ley lo impide.

Lo que sí es cierto que muchos organismos hacen, es que es necesario un permiso e incluso pagar una tasa por hacer fotografías en el interior, alegando las molestias, pero eso solo es legal si montas un trípode. Eso por ejemplo lo hace AENA que te cobra 3000 euros diarios por hacer una sesión de fotos en el interior de un avión, o el ayuntamiento de Barcelona que te cobra 359 euros por hacer fotografías en la vía pública si necesitas montar un trípode o luces (en realidad solo lo aplican a publicidad, por suerte). Pero si uno va con la cámara en la mano, en una dependencia pública, puede hacer lo que se le antoje. Curiosidad: las tasas por grabar o hacer fotos en NY son CERO.

6.- ¿Puede alguien ponerme la mano delante del objetivo de mi cámara?

NO. Ni siquiera un agente de las fuerzas del orden a menos que me esté deteniendo. Y si te tocan la cámara, es una AGRESIÓN y es denunciable.

7.- ¿Puede un vigilante, guardia de seguridad, etc impedirme hacer fotografías en un lugar público?

NO. En ningún caso.

8.- ¿Puede un vigilante, guardia de seguridad, etc impedirme hacer fotografías en un recinto privado, por ejemplo, un centro comercial?

Tema interesante… un centro comercial es un recinto privado que pertenece a una empresa, pero… mientras está abierto al público y no se requiere de identificación para entrar, tiene la condición de recinto público, así que se aplica el punto anterior.

9.- ¿Entonces, si me dicen que un aeropuerto es de AENA y por tanto un recinto privado y por eso no puedo hacer fotos?

Desde el punto de vista de la propiedad del mismo, puede ser de titularidad privada, pero en las zonas donde no se requiere identificación para entrar, es un recinto público y se aplican las normas como tal. Sí, es así… es decir, podría entrar al Corte Inglés y hacer fotos a todo, porque mientras esté en horario de atención al público y no use un trípode, puedo hacer lo que me de la gana con la cámara.

10.- Entonces, ¿puedo ir por un aeropuerto impunemente haciendo fotos a todo?

NO. No por todo el aeropuerto. Las zonas con acceso restringido NO tienen carácter de espacio público y por tanto, la entidad o empresa propietaria es la que autoriza a hacer fotografías.

Eso por ejemplo, afecta a las pistas, que son de acceso restringido. Tampoco se aplica a las zonas en las que debes llevar un título de transporte o billete. Por ejemplo, podemos hacer fotos en el vestíbulo del metro, pero requerimos de autorización una vez pasadas las taquillas. También se requiere autorización, por ejemplo, en el interior del avión o en la puerta de embarque porque no se consideran zonas públicas sino de acceso restringido, aunque ahí la normativa no se suele aplicar.

11.- ¿Puede un vigilante, guardia de seguridad, agente de la autoridad, etc impedirme hacer fotografías desde un lugar público hacia un recinto privado?

NO. Bajo ningún concepto. Sin excepción.

12.- ¿Puede un agente de las fuerzas del orden echarme de un lugar público por estar haciendo fotos?

No. Al menos, no por hacer fotos. Lo que sí puede hacer un agente es aplicar el artículo 19 de la ley 1/1992, que dice :

“Los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán limitar o restringir, por el tiempo imprescindible, la circulación o permanencia en vías o lugares públicos en supuestos de alteración del orden, la seguridad ciudadana o la pacífica convivencia, cuando fuere necesario para su restablecimiento.”

Es decir, podrían alegar, por ejemplo, que por razones de “vuestra propia seguridad” debéis abandonar la zona, pero para eso deberían exponeros la razón. Y por cierto, según la ley 1/1992 sobre seguridad ciudadana, a no ser que haya un derrumbe o una pelea o una proximidad peligrosa a una carretera, no pueden echaros.

13.- ¿Y si me dicen que un edificio o avión es una marca registrada o tiene copyright?

En España un edificio o monumento no puede tener copyright. Lo intentó el PP pero no prosperó, porque entonces grabar un travelling por una calle de madrid o barcelona costaría un ojo de la cara en derechos de imagen.

En el caso de un avión, un objeto que tiene una propiedad industrial que está en un espacio público, no tiene ningún tipo de restricción.

En el caso de una marca registrada situada en un espacio público, no existen restricciones.

En el caso de propiedad intelectual, por ejemplo, fotografiar una fotografía de otro, cabe destacar que en ningún caso la toma está prohibida… sí su publicación sin autorización expresa. Pero igualmente no te pueden impedir que hagas la foto.

14.- ¿Puedo realizar fotografías desde el aire en las cercanías de un aeropuerto?

No sin autorización del organismo competente (la DGAC o AENA).

15.- ¿Y si uso una pértiga o un helicóptero RC?

Lo mismo, cualquier objeto que se eleve por encima de la valla del aeropuerto requiere autorización de la DGAC o AENA.

16.- ¿Es un aeropuerto una zona considerada como de seguridad nacional y por tanto no fotografiable?

NO. NO Y NO. No existe en España ninguna ley que prohiba a un ciudadano hacer fotografías desde cualquier lugar público. Incluso podemos hacer fotos de una comisaría o base militar sin restricción ninguna, ya que lo que sea “secreto” o “sensible” no estará ni a la vista del público ni en una zona de acceso público.

Eso sí, si vamos a hacer fotos (al exterior) de un cuartel de los mossos o algo así, es tan simple como entrar, que te tomen nota del DNI y avisarles que vas a hacer fotos. Es decir, no se trata de pedir permiso sino de informar. Todo esto es para que no nos detengan bajo el artículo 576 del código penal:

“1.- Será castigado con las penas de prisión de cinco a diez años y multa de dieciocho a veinticuatro meses el que lleve a cabo, recabe o facilite, cualquier acto de colaboración con las actividades o las finalidades de una banda armada, organización o grupo terrorista.

2.-Son actos de colaboración la información o vigilancia de personas, bienes o instalaciones… (etc etc)”

Es decir, si te identificas voluntariamente antes de hacerlo, no puedes ser sospechoso de nada, y no te pueden impedir hacer las fotos.

Por el contrario, en el reglamento militar sí que existe un castigo para los militares que hagan fotos a instalaciones sensibles, pero es que eso existe porque se supone que sí están autorizados a acceder.

(C) 2008 “Flatline” para Aviadores Virtuales Asociados (www.aviadoresvirtuales.org) La reproducción total y/o parcial están permitidas expresamente por el autor, siempre que se incluya en la reproducción la leyenda del copyright sin alteración alguna. La alteración del contenido queda expresamente prohibida.

A partir de aqui ya es de cosecha propia:

A pesar de todo y aunque legalmente nos ampare el ordenamiento, existen muchas dudas al respecto ya que los agentes de policía y de seguridad habitualmente no están bien instruidos en nuestros derechos.

Partiendo de la idea de que, con la ley en la mano y en ausencia de testigos, los agentes dela autoridad son “todopoderosos” por estar amparados por su “presunción de veracidad” (a falta de otras pruebas se supone que lo que manifiestan los agentes es cierto), es la ilógica y la mala práctica la que nos podrá causar problemas, pues como matiza un usuario:

“Luego esta el sentido practico de las cosas. Hago una foto y un poli me dice que la borre. Me cuadro y le suelto toda la parrafada de leyes artículos y que solo puede borrarse por orden judicial. Él se cuadra y me dice que me decomisa la tarjeta, Total me quedo sin todas las fotos hasta que un juez decida, si ademas estoy en Badajoz y yo soy de Barcelona me toca cruzarme toda España para recuperar la tarjeta y las fotos, esto sin tener en cuenta que he perdido media mañana y cogido un cabreo de impresión.”

Numerosos paises han creado leyes con la excusa de luchar contra el terrorismo. En Inglaterra, tras este incidente, 1000 fotógrafos se manifestaron ante la oleada de detenciones que sufrían indicando que ninguna ley prohibía sacar fotos en lugares públicos. Los agentes se valen de la llamada sección 44 para detener por motivos de lucha antiterrorista a los fotógrafos. La Corte Europea de Derechos Humanos ratificó que esas leyes inglesas eran un abuso a la ciudadanía.

Como en casi todo, el premio a la mayor paranoia terrorista se la llevan los EEUU. La empresa que gestiona el concurso de ferrocarril realizó un concurso de fotografías. Días más tarde se detuvo a un participante del concurso por realizar fotografías.

En Cuba uno puede ser arrestado por sacar fotografías “contrarevolucionarias”.

Generalmente en los sitios religiosos es mejor preguntar primero si se pueden sacar fotos o se puede usar el flash.

En muchos paises está severamente castigado tomar fotos de instalaciones gubernamentales o militares; tal es el caso, por ejemplo, de Egipto. Si bien en un principio se detenía a fotógrafos por supuesto espionaje, ahora la excusa habitual es el terrorismo. Lo absurdo es que nadie ha protestado porque en Google Maps o similares podamos ver todo tipo de instalaciones desde el aire.

En Venezuela la policía detuvo a una persona que sacaba fotos con su móvi en el metro de Caracas y en Chile a un periodista que realizaba un reportaje sobre comunidades mapuches.

En España la policía también ha procedido en algunos casos a decomisar cámaras y detener periodistas que documentaban actuaciones policiales. Cuando no debería haber ningún problema para sacar una fotografía de un policía en una actuación. Si bien como se explica en este post eso no se puede hacer y constituiría una “detención ilegal”, la policía, para conseguir su objetivo, procede de esta forma tipificando inicialmente su conducta como desacato, desobediencia o resistencia a la autoridad. La policía puede tenerte legalmente hasta 72 horas en calabozos hasta ponerte a disposición judicial o soltarte sin cargos.

En Argentina la legislación matiza que: ”No se podrán fotografiar, ni filmar tanques de petróleo, depósitos de carbón, frigoríficos, gasómetros, instalaciones especiales para embarque de combustibles, casas de bombas, instalaciones de radiotelegrafía, instalaciones de elementos ferroviarios, depósitos de agua, usinas eléctricas, astilleros o dependencias de la Armada o Ejército, fortificaciones, depósitos de pólvora o munición, fábricas de interés militar, puentes, casillas de cables, talleres de reparaciones, aeropuertos, diques de carena y destilerías de petróleo”.

La legislación en los distintos paises es similar y así en Argentina no hay impedimento para fotografiar en lugares públicos, pero tampoco se puede obtener beneficio del retrato de una persona sin su consentimiento expreso a no ser que existan ”fines científicos, didácticos y en general culturales, o con hechos o acontecimientos de interés público o que se hubieren desarrollado en público”

Ante los abusos de poder se puede hacer poco, pero un primer paso esencial es conocer nuestros derechos.

COLISION DE DERECHOS.

En este tema de la fotografía nos encontramos con lo que jurídicamente se denomina “colisión de derechos” y su resolución no es sencilla, porque se deberá poner en una balanza todos los derechos para ver cual de ellos pesa más según sus particulares circunstancias.

* Por una parte existe un derecho a la intimidad, imagen y honor, inviolabilidad del domicilio a poder andar por cualquier sitio sin que nadie te moleste, a poder hacer todo aquello que la ley no prohíba, a poder estar solo, a no responder preguntas si no quieres …

* Pero por otro lado existe el derecho de la sociedad a recibir información “veraz” y el derecho personal a fotografiar o mirar todo lo que no esté expresamente prohibido.

Como decimos, el anterior usuario también razonaba que:

“si lo anteriormente expuesto era cierto, si estoy en el exterior yo podría sacar fotos del interior de tu casa”.

A este respecto ha resultado paradigmática la sentencia italiana que exoneró de responsabilidad al fotógrafo Antonello Zappadu, que desde el exterior tomó unas controvertidas instantaneas al presidente Berlusconi en su villa privada, en las que este aparecía en cariñosa actitud con un grupo de jovencitas. Publicadas parcialmente en el semario “Oggi”, dieron lugar a que el fotógrafo fuera inicialmente encausado y finalmente absuelto de allanamiento que era la principal pretensión de los denunciantes, aunque desconozco si fue condenado por algún otro motivo.

ES IMPORTANTE LA PERSONA A LA QUE SE FOTOGRAFÍA.

Es el primer consejo básico. Como ejemplo, podemos citar el periódico que sacó unas fotos de una señora desnuda que estaba en una playa nudista. A pesar de que no salía su cara, el rotativo fue condenado al pago de 6.000 euros por no haber solicitado permiso a la retratada y no ser esta persona una figura pública de interés informativo.

Vemos pues que hay una diferencia entre los famosos y los que no lo son. Si la persona es un “cargo público, tiene profesión de notoriedad o proyección pública” y se encuentra en un acto o espacio públicos para sacar una foto no existe intromisión (policia durante un desalojo, famoso en la calle) y tampoco existe intromisión cuando en la instatanea salgan terceras personas accesorias con ocasión de un suceso o acontecimiento público, por ejemplo en el lanzamiento del cohete de las fiestas del barrio o en un terremoto, por que se supone que no se fotografían personas sino hechos de cierta relevancia.

La Ley de protección de datos (LOPD) que tantos quebraderos de cabeza provoca, en su artículo 3º, dió una vuelta de tuerca más al señalar que :

“La imagen de una persona, su representación física, se considera como un dato de carácter personal puesto que permite identificar a la persona concreta.”

Y tambien se ha matizado que:

“El derecho a la propia imagen comprende el derecho a controlar la difusión del aspecto más externo, el de la figura humana. La protección de la propia imagen permite al sujeto decidir acerca de su imagen, figura o apariencia con el fin de controlar la representación, difusión, publicación o reproducción de su propia efigie, de forma que ésta no pueda ser utilizada sin su autorización.”

Ello impide la difusión incondicionada de la imagen de una persona por ser su imagen un primer rasgo visible al exterior de su íntima esfera personal.

Pero en todos los argumentos mencionados vemos que se habla de que la persona debe autorizar la difusión, publicación o reproducción, es decir, que si se pueden sacar fotos siempre y cuando no nos metamos, a sabiendas, en la vida de alguien.

Que podamos “sacar la foto” no siempre quiere decir que la podamos difundir o publicar en la red, aunque sea de forma no profesional y hay que saber que no podemos sacar a la luz aspectos de la vida privada de las personas que ellas mismas no han querido destapar.

Aunque nuestra cara es considerada como un “dato personal” no le es aplicable el régimen de la LOPD y no hay que darse de alta en ningún sitio si esa imagen se encuentra en “ficheros mantenidos por personas físicas en el ejercicio de actividades exclusivamente personales o domésticas”. Otro ejemplo; se puede sacar una foto de un señor que pasea por la calle para nuestro archivo personal, pero si la foto se difunde o se publica como portada en una revista, será necesario que el retratado acepte esa difusión, por escrito, siendo diversos los contratos que se pueden realizar según la finalidad de la foto; así se puede firmar, previo pago o no, renunciando a sus derechos de imagen, permitiendo la comercialización o con fines no lucrativos, etc

¿Se pueden sacar fotos a señoritas/señoritos que toman el sol en una playa pública?

Esta suele ser la pregunta del millón. Si son anónimos, no es por un hecho noticiable o informativo parece claro que no podremos difundirlas y menos sin su permiso.

Pero sí podemos sacar las fotos, sin que nadie nos pueda decir nada, si son para nuestro uso exclusivo y personal. Tal fue el caso de un señor que fue imputado por tener fotos de menores, pero a pesar de lo que dijo la prensa, no fue encausado por las fotos que tenía de señoras a las que también había fotografiado.

Si es una persona famosa en una playa pública, aunque esté en topless, podremos, según Sentencia de 2009 del Tribunal Supremo, hasta publicarlas y lucrarnos sin su consentimiento. No podremos si esa persona ha tratado de ocultarse en algún lugar recóndito, pues en ese caso estaría preservando su intimidad y no mostrándola publicamente.

Como dice la LO 1 /1982 que protege la imagen, intimidad y honor, se podrán obtener imágenes en la vía pública si existe un interés científico, histórico o cultural relevante. Eso es otra indeterminación porque para uno tendrá ese interés y para otro no lo tendrá y es un poco rocambolesco que para salir de dudas tengamos que esperar a saber cual es la opinión del juez.

Una foto podía ser “noticiable” por los ya aludidos intereses científicos o culturales y el TS en esa resolución firme, reconoció que una fotografía también podía ser “informativa” si existían otros fines, desgraciadamente más populares, como son el entretenimiento o el espectáculo.

El Alto Tribunal sentenció que una persona vestida o en topless, en la calle o en la playa, era exactamente lo mismo a efectos de su intimidad, honor o imagen.

SOBRE LA ACTITUD DE LA PERSONA FOTOGRAFIADA.

Si queremos subir a internet fotos de personas en lugares públicos las personas individualmente deben otorgar su consentimiento, aunque este no hace falta que sea expreso y basta que la persona sea consciente de que está siendo fotografiada y acepte tácitamente esa foto mirando a cámara o posando. Es pues que será importante la actitud que muestre la persona anónima a la que se fotografía.

Sobre las fotos a menores hay que tener un cuidado exquisito. A partir de los 14 años un menor podría consentir la toma de fotografías. La aceptación permitiría la difusión de dicha imagen. Por debajo de esa edad, la simple tenencia o conservación de fotografías de contenido pedófilo en nuestro PC o en USB, independientemente de la forma de obtención de las mismas, es un delito castigado con altas penas de prisión. Se considera infracción penal si se ve claramente que se trata de un menor. Un menor de 13 años nunca puede mantener relaciones sexuales, aunque sean consentidas por el menor. Algunos grupos políticos han solicitado que dicho límite sea elevado para mayor protección de la infancia.

SOBRE LOS EDIFICIOS.

Pese a tener derechos de autor son fotografiables si se encuentra en espacios públicos o si la foto se hace desde un lugar público y por lo tanto se podrá sacar y difundir esa fotografía sin pedir permiso.

Como se ha explicado al inicio, se pueden sacar fotos, incluso a lugares privados ( que es diferente de un espacio íntimo), si nos encontramos en lugares públicos durante el horario de atención al público y en los sitios donde no sea necesario un permiso especial

En el supuesto de fotos a “obras de arte” no me voy a meter porque el tema sería demasiado extenso para las humildes pretensiones de este post, pero hay que recordar que los derechos de autor, en casi todos los casos, imponen el deber de señalar al menos quien es el autor de la obra como una especie de de reconocimiento moral por esa creación.

MERAS FOTOGRAFIAS.

No todas las fotografías están protegidas por los derechos de autor, tal y como afirmó el Tribunal Supremo en sentencia de mayo de 2011, entendiendo que :

“No están protegidas por el derecho de autor las meras fotografías que carecen de la creatividad suficiente para que puedan ser consideradas una obra fotográfica, que requiere una mínima altura creativa (…) el reconocimiento como obra fotográfica requiere una mínima altura creativa que no tenían (esas fotos) del demandante”.

¿Qué tiene altura creativa?

El TS se mete en el terreno farragoso de lo subjetivo, de lo que a unos gusta y a otros desagrada, y dice que puede haber algo que :

“convierte a la fotografía en una creación artística o intelectual, sin que la singularidad radique en el objeto fotográfico o en la mera corrección técnica, sino en la fotografía misma, en su dimensión creativa.”

Se diferencia así entre autenticas “obras de arte y, lo que yo hago, que son “meras fotografias”, (vamos, como ver jugar al Barca o al equipo de mi pueblo) estas últimas no obstante, tendrían algunos derechos llamados “derechos afines, porque no son propiamente derechos de autor y gozan únicamente de los derechos exclusivos de autorizar su reproducción, distribución y comunicación publica con una duración de veinticinco años”, pero si que podían manipularse y difundirse libremente.

Este artículo comenta lo sucedido con esta foto de apasionamiento obtenida por Dosnieau que estuvo a punto de ser considerada “mera fotografía” y lo hubiera sido si los protagonistas no hubieran posado para el artista. El autor tuvo que revelar el nombre de los modelos para que no fuera considerada judicialmente una simple fotografía de la realidad cotidiana.

Personalmente creo que un fotógrafo profesional suele tener esa habilidad personal de retratar lo que nos rodea, eligiendo el lugar preciso o disparándo su cámara en el momento oportuno, con la luz exacta, la abertura, el obturador, etc y eso tiene unos elementos artísticos más allá de la llamada “mera fotografía”.

Siguiendo con el ejemplo, considero que el autor hubiera tenido que indemnizar a los amantes porque claramente se revelanaspectos de su vida personal como sus inclinaciones sexuales. En el mismo sentido, no se si han fijado que las fotografias de radar de velocidad se toman ahora al vehículo desde la parte trasera del mismo, porque en una ocasión una señora recibió una fotografía policial en la que su marido era retratado por el velocímetro teniendo como copiloto a su amante; los tribunales decidieron que el señor tenía todo el derecho a no ser espiado involuntariamente en sus infidelidades y, desde entonces, no salen las caras de los conductores sino sus espaldas.

Y es que la cosa se complica porque lo mismo entiendo que sucedería con el paseante de la fotografía, pues nadie tiene porqué saber que esa mañana había salido a pasear ausentándose del trabajo y no creo que, en este caso concreto, su papel sea accidental o accesorio, porque su imagen es parte fundamental del sentido de la fotografía del beso público de los amantes.

La resolución judicial indignó al sector de fotógrafos profesionales que se quejaron amargamente por considerar que las algunas editoriales estaban usando gratuitamente sus fotos y por ello muchos suscribieron este manifiesto en el año 2008.

En definitiva.

Mucho me temo que tras esta explicación general son más las dudas que las respuestas porque hay que entrar en el terreno de lo subjetivo, de lo opinable ya que no está definido qué es una profesión de notoriedad, quién proyección pública, cuando algo es cultural, científico, cuando es noticiable o informativo, cuándo una persona está consintiendo con su actitud y cuándo es raptada su imagen, cuándo se fotografia la realidad cotidiana o cuándo se capta un momento mágico.

Para tomar fotos habrá que atender con detenimiento a las circunstancias concretas de la persona, del lugar y del momento y muy importante es tener en cuenta que una cosa es sacar fotos y otra tener derecho de difundirlas.

Fuente FOTOAVIONICA